Marcelino Peñasco
MARCELINO PEÑASCO
EL POETA EXTREMEÑO
LAS SAETAS DE PEÑASCO
D. Marcelino Peñasco era uno de los personajes más atípicos de la ciudad, por sus ocurrencias originales, de joven estuvo trabajando en los ferrocarriles de la Patagonia, Argentina, ya de mayor, vivía en un cobertizo que le dejó D. Félix Matos, en la calle Nueva, esquina a la calle del Borrego de nuestra ciudad, era grueso y con los ojos saltones, vendía pipas y chucherías, y el mismo se llamaba el Poeta Extremeño.
En abril de 1928, cuando vino Alfonso XIII a las Hurdes, y visitó nuestra ciudad, se dirigió al Rey para darle las quejas de las anomalías de la ciudad con esta poesía: La luz de Plasencia es una porquería / se apaga de noche y se enciende de día / por eso la gente no quiere pagar / las 7 pesetas de electricidad.
Plasencia ya no es Plasencia / es una gran población / con Obispo y tó la hostia / y con coche a la estación.
Otra genialidad fue que se presentó un martes en la plaza con un arado y unos “zachos” (azadas), con el mango muy largo, dando las explicaciones de sus ventajas.
Otra idea era que tenían que poner árboles frutales en las orillas de las carreteras para así cuando pasara alguien pudiera coger sus frutos.
En la Semana Santa cantaba a los pasos.
En abril de 1928, cuando vino Alfonso XIII a las Hurdes, y visitó nuestra ciudad, se dirigió al Rey para darle las quejas de las anomalías de la ciudad con esta poesía: La luz de Plasencia es una porquería / se apaga de noche y se enciende de día / por eso la gente no quiere pagar / las 7 pesetas de electricidad.
Plasencia ya no es Plasencia / es una gran población / con Obispo y tó la hostia / y con coche a la estación.
Otra genialidad fue que se presentó un martes en la plaza con un arado y unos “zachos” (azadas), con el mango muy largo, dando las explicaciones de sus ventajas.
Otra idea era que tenían que poner árboles frutales en las orillas de las carreteras para así cuando pasara alguien pudiera coger sus frutos.
En la Semana Santa cantaba a los pasos.
3 saetas a la cena:
Ya vienen los de la cena con sus cucharas y los platos / no se que van a cenar / si lentejas o garbanzos.
Ya vienen los de la cena con sus cucharas y los platos / no se que van a cenar / si lentejas o garbanzos.
Ya vienen los de la cena / con sus 13 comilones / si los coge la fiscalía / se la arma de cojones.
Ya vienen los de la cena / y nosotros sin cenar / y al perrito de san Pedro / que le traen sin atar.
Ya vienen los de la cena / y nosotros sin cenar / y al perrito de san Pedro / que le traen sin atar.
Estas 2 a San Juan:
Ya viene san Juan de Dios / descalcito y sin andalias / esperando que le paguen / las horas extraordinarias.
Ya viene san Juan de Dios / con el dedito apuntando / y con la otra manita / el culo se va arrascando.
Ya viene san Juan de Dios / descalcito y sin andalias / esperando que le paguen / las horas extraordinarias.
Ya viene san Juan de Dios / con el dedito apuntando / y con la otra manita / el culo se va arrascando.
Otras 2 al Huerto de los Olivos:
Ahí vienen los del Olivo / cargadito de aceitunas / ya hay aceite pa tós / si no nos quitan ninguna.
El Huerto de los Olivos / es el paso más bonito / pero los olivos siempre / siempre son del señorito.
Ahí vienen los del Olivo / cargadito de aceitunas / ya hay aceite pa tós / si no nos quitan ninguna.
El Huerto de los Olivos / es el paso más bonito / pero los olivos siempre / siempre son del señorito.
Esta era al Balcón de Pilatos:
Ahí viene Poncio Pilatos / el romano cabronazo / y el pobre del Redentor / escoñao a latigazos.
Ahí viene Poncio Pilatos / el romano cabronazo / y el pobre del Redentor / escoñao a latigazos.
Esta al Cristo del Perdón:
Santo Cristo del Perdón / te lo pido de rodillas / que se mueran los del abastos / y se acaben las cartillas.
Y esta a la Dolorosa:
Y no vendrá cansá / porque no la traen andando / sino que la traen montá.
Santo Cristo del Perdón / te lo pido de rodillas / que se mueran los del abastos / y se acaben las cartillas.
Y esta a la Dolorosa:
Y no vendrá cansá / porque no la traen andando / sino que la traen montá.
Una vez que se daban cuenta los municipales que Peñasco estaba cantando saetas, le detenían y le llevaban al cuartelillo y una vez acabada la procesión le soltaban
Luis Perez Calzas
EXTRAIDO DE: Periódico Nueva Comarca – nº 146 – febrero de 2008
Servicio de divulgación de la A.C.P. PEDRO DE TREJO
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