AMP: Documento del mes: Julio, 2018
PRESENTACIÓN
Los archivos son los depositarios de la memoria de los pueblos, por lo tanto la divulgación de sus fondos contribuye a la recuperación de la misma. Por ello el Archivo Municipal de Plasencia pretende acercar a los ciudadanos el patrimonio documental placentino a través de pequeñas muestras mensuales de documentos municipales, testimonios de nuestro pasado que nos irán ilustrando sobre aspectos inéditos o menos conocidos de nuestra historia.
DOCUMENTO DEL MES. JULIO 2018.
Libro de actas municipales del 6 de julio de 1886 a 29 de junio de 1887.
ACUERDO DEL 6 DE JULIO DE 1886 SOBRE EL REGALO DEL CUADRO “DOÑA JUANA LA LOCA”.
“Doña Juana la Loca”
Nicanor Álvarez Gata
(Plasencia, 1849-1909)
1885. Óleo sobre lienzo, 215 x 320 cm.
Copia de la obra original de Francisco Pradilla y Ortiz, realizada en el Real Museo de Pinturas (Museo Nacional del Prado) y donada por el pintor al Ayuntamiento de Plasencia el 6 de julio de 1886.
Transcripción del acta del 6 de julio de 1886, f 1 r. y v.
«Acto seguido de dio cuenta del escrito fecha cinco del corriente de Nicanor Alvarez Gata, hijo de esta Ciudad y pintor de historia, en el que manifiesta a la corporación que en reciprocidad y gratitud del corto obsequio que antes recibiera, ofrece como recuerdo un cuadro, copia cuyo original se encuentra coleccionado en el Real Museo de pinturas[1]. Manifiesta por ultimo que el cometido porque hoy pisa la tierra que le vio nacer no es otro que el de pedir a la Diputación Provincial protección, solicitando de ella una pensión para con esta ayuda poder [seguir] manifestando al mundo sus originales producciones y si mucho vale la recomendación de otro, ¿Cuánto no valdrá para él (para) la que pide de todo un Ayuntamiento?. No duda pues que servirá de palanca y será de grande fuerza para conseguir lo que se desea. El Ayuntamiento acordó aceptar el cuadro que representa a Dña. Juana la Loca: que se dirigiese atenta comunicación a D. Nicanor Alvarez dándole las gracias y estimulándole a sus estudios, y que se le recomendase a la Diputación Provincial, y por ultimo que su escrito se pasase a una comisión compuesta del Sr. Alcalde D. Luis Moreno y del sindico D. Pedro García Mora a fin de que enterándose del cuadro y del estado del municipio, propusieran lo que creyeran conveniente para corresponder mutuamente con un obsequio o memoria a tan preciado recuerdo, acordando así mismo que se hiciese el marco para el cuadro y se colocase en el salón de sesiones».
NOTA HISTÓRICA
Con motivo de haber retornado al salón de sesiones del Ayuntamiento de Plasencia el cuadro “Doña Juana la Loca”, del pintor placentino Nicanor Álvarez Gata, es una buena oportunidad para exponer el acuerdo del día 6 de julio de 1886 del beneplácito municipal por el regalo de este lienzo.
Nicanor Álvarez Gata nació en Plasencia el 14 de enero de 1849. De familia humilde, razón por la cual estudió en el Seminario, donde cursó hasta el primer año de teología. Su vocación innata por la pintura le hizo abandonar la carrera eclesiástica, asistiendo en Plasencia a las clases de dibujo del pintor y fotógrafo Francisco Ruíz de la Hermosa. Las estrecheces familiares le obligaron a tener que trabajar para ayudar a su familia, dedicándose a la pirotecnia y a la disecación de aves. Precisamente esta contribución a la economía familiar junto con la «imperfección en la vista derecha y ser hijo único de padre pobre e impedido a consecuencia de una hernia», le valió en 1870 ser declarado exento del servicio militar.
La precariedad económica de la familia de Álvarez Gata es reveladora de la situación social de una gran parte de la sociedad placentina de esa época, con salarios muy bajos, de 1 peseta de jornal medio diario, que no alcanzaban para cubrir las necesidades básicas, viviendo en casas pequeñas y sin apenas ventilación. Una gran mayoría trabajaba en las labores del campo y estaba sujeta a la estacionalidad del empleo, siendo este imprevisible dada su dependencia de la climatología, lo que provocaba la subsiguiente crisis de subsistencia que a su vez agudizaba la frágil situación de los jornaleros y sus familias, teniendo que recurrir a las autoridades municipales en demanda de empleo y de reparto de pan.
A pesar de este contexto social tan poco favorable a las vocaciones artísticas, Álvarez Gata, huérfano y con una hermana a la que debía mantener, marcha a Madrid, donde, tras una serie de penurias, consigue el mecenazgo del Marqués de Mirabel y formarse como “pintor de historia” en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, siendo también auxiliado en algunas ocasiones por el ayuntamiento de Plasencia. Posteriormente estuvo becado en Roma por la Diputación Provincial de Cáceres. Cuando falleció en 1909 era profesor de dibujo del Colegio de San Calixto de Plasencia, centro que costeó su funeral dada la precaria situación económica de la familia del pintor.
El género pictórico donde predominantemente se movió Álvarez Gata fue en la pintura de historia. Este estilo artístico encontró su época dorada en el siglo XIX. La recreación pictórica de la historia de España, con cuadros de gran tamaño y de exaltación de los sentimientos patrióticos, se va a constituir en el género predilecto de los ambientes artísticos oficiales, sobre todo en la segunda mitad del XIX.
Ejemplo de pintor de éxito y que alcanzó un gran prestigio fue Francisco Pradilla, del cual Álvarez Gata realizó la copia de su lienzo sobre Doña Juana la Loca que regaló al Ayuntamiento.
El periplo recorrido por este cuadro del pintor placentino es sintomático del desinterés municipal en que devino, así del salón de sesiones pasó al despacho de la alcaldía y, tras la reforma del Ayuntamiento en los años 70, al pasillo de acceso a la torre del reloj, donde debió de romperse el marco original, pasando posteriormente al edificio de la antigua Cárcel, finalizando su peregrinaje en el año 1993, determinándose guardarle enrollado en el Archivo Municipal, hasta que en el 2015 el profesor D. Fernando Talaván se interesó por el cuadro y su autor, dándolo a conocer en su trabajo de investigación para el curso de Memoria Histórica de 2016, preocupándose el alcalde D. Fernando Pizarro por la posibilidad de su restauración, para lo que se gestionó ante la Junta de Extremadura, en concreto ante D. Javier Cano , director del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, llegando a buen puerto la colaboración de las dos administraciones, trasladándose en julio de 2017 a Mérida para su restauración por Dña. Carmen Vega, la cual ha realizado un gran trabajo teniendo en cuenta los grandes desperfectos que se habían ido originando en el lienzo, así como los modestos pigmentos pictóricos que se debieron de utilizar para su composición.
En mayo de este año ha quedado de nuevo instalado en el salón de sesiones para que puedan contemplarle todos los ciudadanos.
[1] El actual Museo del Prado.
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