Edificios Jacobeos (Entrada antigua)
viernes, 30 de mayo de 2008
ESDIFICIOS JACOBEOS
EDIFICIOS JACOBEOS DE PLASENCIA
IGLESIA DE SANTIAGOConociéndose esta iglesia como antigua parroquia de Santiago, situada a extramuros y en el camino de ronda de la ciudad que enlaza con la calzada de la Mesta, o camino de Castilla, que atraviesa Traslasierra, hacia el norte, por el puerto donde se halla ubicado el Santuario del Puerto, sea podido comprobar que esta iglesia fue construida exprofeso para uso del peregrinaje jacobeo.
Los clásicos signos del peregrino invaden toda ornamentación y en sus piedras encontramos labradas, conchas, calabazas, bordones y otros detalles significativos, de tal forma que esta sola iglesia nos bastaría para asegurar la importancia en estas peregrinaciones a Compostela.
Fray Alonso, en su obra, ”HISTORIA Y ANALES DE LA CIUDAD Y OBISPADO DE PLASENCIA”, editada en 1626, cita entre las parroquias la de Santiago, extramuros, hoy conocida como Santuario del Cristo de las Batallas, por darse culto a él a esta venerable imagen que, según parece, estuvo antes en la Iglesia de Santa Elena. Ante esta imagen hacían su juramento los caballeros. En esta parroquia existía la cofradía de San Gil, que pudo tener su origen en la pequeña ermita que este santo que Benavides Checa sitúa junto a la carretera del valle.
La planta de la iglesia es rectangular, con un ábside de románico muy pronunciado cubierto con una bóveda de ladrillo. Es de tres naves, que fueron edificadas en el siglo XVI por el obispo D. Gutierre de Vargas y Carvajal, cuyo escudo se ve como elemento decorativo en los entre dos de los arcos que separan las naves, alternando con otros que tienen las cruces de la Ordenes Militares, especialmente de Santiago
ESCUDOS DE LA IGLESIA DEL CRISTO DE LAS BATALLAS
Estos escudos representan unas peculiares e interesantísima rareza, a no ser expertos en heráldica nos dejan confuso en cuando a su interpretación; si bien resultan inconfundibles los atributos de peregrinos en ellos labrados.
Los escudos del obispo D. Gutierre de Vargas y Carvajal no presenta ninguna dificultad, al ser de sobra conocido por la profusión con que se encuentra en toda la ciudad y aún en toda la diócesis, dadas la gran cantidad de obras que realizo este dinámico prelado llamado también el “obispo empresario” por las empresas que acometió durante su episcopado, entre las que se incluyen las de armador de naves para el comercio de las Indias. Se aprecia claramente en estos escudos las aguas de los Vargas en un lado y la banda de los Carvajales en el otro.
De los restantes escudo los más curiosos son unos que se encuentran grabados sobre dos bordones cruzados en forma de aspa; en su centro figuran las cinco conchas de peregrino, cada una también sobre bordones cruzados; a un lado del escudo están esculpidas unas calabazas, y al lado opuesto lo que parece ser una limosnera.
Otro de estos lleva en su centro la cruz de Alcántara o Calatrava, con la flor de lis en todos sus extremos y cuatro conchas de peregrinos en sus esquinas, estando la quinta concha fuera del escudo, en la parte superior del mismo; a un lado y a otro figuran también las calabazas colgadas de sendos bordones en forma de aspa.
Otro que presenta una gran singularidad, tiene también cuatro conchas en sus esquinas y otra en la superior, igual que en anterior, pero la cruz presenta el árbol de Santiago y los brazos de los extremos flordelisados, propios de las de Calatrava o Alcántara; también están esculpido sobre dos bordones cruzados de los que cuelgan unas calabazas y una limosnera.
Tiene junto a la portada un alto relieve de Santiago peregrino, enmarcado con las llamadas “bolas de Ávila”, de tiempos de los Reyes Católicos y debajo había un limosnero.
La imagen de Santiago peregrino tallada en madera, que era titular de la iglesia, la regalo D. Juan Torrejón Barba a la parroquia de Casas del Castañar, desconociéndose su paradero actual.
En la parte exterior de los sillarejos que forman el ábside, en el atrio ajardinado y detrás de la cruz de piedra instalada en el mismo, hay dos piedras labradas en las que se encuentran esculpidas dos curiosas cabezas humanas.
Todos estos detalles habían pasado desapercibidos, se ponen al descubierto para aquellos curiosos placentinos, ya que no habían sido citados anteriormente por otros historiadores, y nos demuestran claramente que esta iglesia estaba dedicada de exprofeso al culto jacobeo y que la incidencia del peregrinaje compostelano debió de ser de extraordinaria importancia.
IGLESIA DE SANTIAGO o CRISTO DE LAS BATALLAS.
La iglesia del Cristo de las Batallas se llamó en sus orígenes, ermita de Santiago Apóstol, como lo demuestra la figura que está esculpida en la fachada principal, en la parte derecha de la puerta de entrada. Esta figura perteneció a la antigua ermita, ya que la actual surgió de una reforma casi total que se realizó en el siglo XVI.
Por la década de 1.920 se volvió a restaurar este edificio, durante las obras se llevó el Cristo a la iglesia del Salvador. El párroco que estaba en esos momentos se llamaba D. Juan Torrejón Barba, y fue un personaje muy conocido en toda la ciudad. Era este D. Juan beneficiario contralto de la catedral.
Al realizar esta reforma se quitó la imagen titular de Santiago Matamoros, y se le regaló a la iglesia de Las Casas del Castañar, a la de Medellín le regaló un Ecce Homo, y una imagen de San Juan Bautista, de buena talla, se la regaló a un amigo suyo para que la donara a su pueblo en la provincia de Alicante.
En el interior de la nave se pueden ver labrados, los escudos del obispo Vargas y Carvajal, así como la Cruz de Santiago, conchas de peregrinos, bordones, calabazas, limosneras, etc..., todos ellos relacionados con la tradición jacobea.
En una restauración que se hizo en la ermita de la Cruz (hoy Santa Elena) se sacó la imagen del Cristo, y se llevó a la ermita de Santiago Apóstol mientras durasen las obras, pero al terminarse estas, la gente de Plasencia se opuso a que se volviera a llevar el Cristo a su antiguo aposento, quizás porque la ermita de Santiago estaba mas cerca de la ciudad, o quizás porque les gustaba más verlo allí, el caso es que la imagen se quedó en la ermita de Santiago.
Debido a esto se cambiaron los nombres de la ermita de la Cruz, que al no estar el Crucifijo en ella se la puso bajo la advocación de Santa Elena.
La ermita de Santiago pasó a llamarse desde entonces ermita del Santísimo Cristo de las Batallas, y así se sigue llamando en la actualidad.
Ante esta sagrada imagen juraban los caballeros y tropas placentinas, defender la religión y la patria, cuando iban a entrar en combate contra los moros.
Las tropas placentinas entraban en combate al grito de: "PLASENCIA, POR SANTA MARIA"
Sobre esta imagen del Cristo de las Batallas hay una leyenda que dice que fue esculpida por un ángel o por el mismo Jesucristo.
También fue costumbre durante muchos años, que las mocitas de Plasencia fuesen a rezar el Credo durante treinta y tres martes delante de esta Sagrada Imagen, y así se les cumplirían sus deseos de amor.
Esta iglesia guarda una serie de santos que son muy populares entre la población, entre ellos están: Santa Rita, San Antonio, La Virgen de Fátima, Santiago, etc…
HOSPITAL DE SANTA MARÍA o DE DOÑA ENGRACIA DE MONROY
Este hospital se fundó en el año 1.300 por el placentino Don Nuño Pérez de Monroy, el cual fue abad de Santander y fue el maestro cantero Diego Díaz.
El motivo de llamarse de doña Engracia de Monroy, es porque esta señora era prima de don Nuño y propietaria del solar donde se construyó el hospital. Esta mujer vio como morían sus dos hijos en un duelo en el Puente de Nieblas. El duelo era debido a unos amoríos que se traían los hermanos.
De la antigua construcción solo se conserva el arco ojival de entrada a la iglesia. En el año 1.500 se construye la capilla, y en 1.524-1.559 sufre el hospital grandes reformas. Siempre tuvo este hospital grandes mecenas que lo mantuvieron en activo hasta nuestros días.
Se puede decir que es uno de los hospitales que más tiempo ha estado en activo, pues le faltaban muy pocos años para hacer los 700 ininterrumpidos como hospital. Hoy está destinado a varias funciones sociales, como museo, conservatorio de música etc.
Su fachada principal (Plaza de la Catedral), es renacentista, sobre la portada se ve una imagen de la Virgen, sobre ella una cruz floronada de la Orden de Santiago cantonada con cuatro veneras (conchas),por lo cual se le considera un hospital de peregrinos, y a los lados de la hornacina de la Virgen sendos escudos del linaje de los Monroy. El escudo de esta estirpe está cuartelado en cruz, en el primero y cuarto se ve un castillo de oro, y en el segundo y tercero, ondas de veros.
Además de estos escudos se pueden ver muchos más por todas las paredes interiores y exteriores de este gran edificio.
De obispos vemos los de Vargas-Carvajal, Ponce de León, Lorenzo Igual y Soria, José Gonzalez Laso de San Pedro, Fray Enrique Enríquez Manrique, Pedro Gonzalez de Acevedo.
Escudos de nobles se pueden ver los de las familias Trejo, Vargas Monroy, Carvajal, Loaysa, Paniagua etc. Tambien se ven los escudos de Plasencia y de la provincia de Cáceres.
En el año 1.802 el obispo Laso compro unas casa que estaban en la calle del Trujillo las cuales eran del Marqués de la Puebla y que habian servido de cuartel al Regimiento Provincial, adosó dichas casas al hospital dandole mucha más capacidad. En la protada de entrada al hospital por la calle de Trujillo se ve el escudo de este obispo Laso y debajo se lee una inscripción que dice así:
“A los enfermos desvalidos el ilustrísimo señor obispo don José González laso Santos de San Pedro erigió este amparo. Año de 1.802”.
Fue posiblemente albergue de peregrinos, suposición que hacemos al observar las conchas y la cruz del primitivo escudo de su puerta principal.
La suposición que se hace, es por la referencia que hace la guía Everest titulada “EL CAMINO DE SANTIAGO”, cuyo autor D. Eusebio Goicochea Arrondo dice que “acogía desde el siglo XIII a los peregrinos por una noche”
La ermita de Nuestra SEÑORA DE LA SALUD, en los manuscritos de los Collazos, padre e hijo que fueron sacristanes de esta ermita de la Salud en el siglo XVIII y que tuvieron admirable curiosidad de llevar un diario de cuanto acontecía en la ciudad, dicen que en el cuarto de los faroles de la ermita, estaba autorizado para que pudieran comer y dormir los peregrinos. Lo que se desconoce, es que si se trataba de peregrinos que fueran de visita a dicha ermita, cuya devoción data de tiempos de Alfonso VIII, o si se refería a toda clase de peregrino.
TEORIA ARQUITECTONICA
Otra de las conexiones de esta zona con el Camino de Santiago, la tenemos en la influencia arquitectónica, que se plasma en algunos de nuestros monumentos y que evidencia la relación de los constructores con las restantes ciudades de la ruta. La prueba más palpable de esta relación se constata a través de las cúpulas gallonadas que surgen a lo largo de la Vía de la Plata y que van a enlazar con el Camino Francés.
En Plasencia aparece una de estas torres, la más meridional del camino, cubriendo la Sala Capitular de la Catedral Vieja o Capilla de San Pablo y que es conocida popularmente como la Torre del Melón. Le sigue hacia el norte la Torre del Gallo de Salamanca, más al norte la Torre del Gallo de la catedral de Zamora, y por último, la Colegiata de Toro. Aparece también en la Catedral de Évora, en lo que se supone camino jacobeo portugués. Siguiendo el camino francés encontramos la más septentrional en Santa María de Angulema, en Francia.
BASE SEMANTICA
Hay lugares cuya denominación lleva el nombre del apóstol, o de algún apelativo que, directa o indirectamente, tenga aunque no sea más que una remota relación con el camino de Santiago y sus peregrinajes.
Santiago del Campo, Santiago de Alcántara, Santiago de Carvajo, Santiago de Aravalle, figuran con cierta frecuencia en nuestra geografía, habría que indagar en los orígenes de estas denominaciones.
Aldeanueva del CAMINO, al denominar a esta aldea nueva, conlleva a pensar que hubo otra más antigua, como lo demuestran los vestigios romanos allí existentes, y el pueblo que aparece a mediados del siglo XV, se le añade el calificativo del Camino, son muchos los pueblos de España que a su denominación principal unen el determinante DEL CAMINO por ser puntos que jalonaban la ruta de Compostela, el calificativo así, sin determinar de que camino se trata, hace suponer que se refiera al “ CAMINO” por antonomasia que en aquella época conducía a la tumba del Apóstol.
La tradición dice que había una bifurcación de caminos, unos continuaban por la Vía de la Plata mientras otros viraban hacia el noroeste, por la Vía Dalmacia, en dirección hacia Ciudad Rodrigo, a unirse a las peregrinaciones de Portugal
POBRES PASAJEROS
Los caminos de Santiago eran una comunicación de la mayoría de los peregrinos, era una ruta internacional, donde la lengua latina debía de ser el vehículo de comunicación oral común entre los individuos de las distintas nacionalidades. De ahí la adopción del término latino “peregrinus” para designar a los viajeros. Pero en las vías subsidiarias, aún empleándose esta denominación latina, era frecuente el uso de otra denominación castellana, derivadas de la palabra “paisaje”; así vemos con frecuencia la denominación de “paisajero”, después pasajeros Para designar a estos peregrinos.
FUENTE DE LOS ALAMITOS
En el año 1754 hubo una gran sequía, y a consecuencia de ella la fuente dejó de manar, una vez terminada la sequía la fuente siguió sin agua, ante este hecho el obispo Don José González Laso (1.766 – 1.803), mandó repararla, así como el camino viejo del Puerto.
Como curiosidad diremos que el encargado de las obras fue D. Mariano Ceferino del Pozo, alias Boquique, el cual fue capitán de los ejércitos Carlistas, y terminó siendo “bandolero” y dando nombre a una cueva y a un tipo de cerámica.
La fuente está ubicada en el antiguo camino de Castilla, punto de salida de los peregrinos que realizaban la ruta jacobea, que desde los hospitales de las Llagas o de la Merced, y el de Dña. Engracia de Monroy, una vez recuperados de sus lesiones, continuaban dicha ruta a través de este camino opcional que desde la Vía de la Plata, a la altura de Carcaboso se desviaban a Plasencia, para el descanso y recuperación de sus heridas.
Cuando sanaban de estas, se dirigían hacia la ermita de Santiago, y desde allí a la fuente y continuaban por el camino de Castilla.
Ubicada en el antiguo camino de Castilla, punto de encuentro de salida de los peregrinos que continuaban la ruta jacobea, que desde el hospital de las Llagas también conocido por Hospital de la Merced y desde hospital de Dña. Engracia de Monroy, una vez recuperados de su lesiones, continuaban dicha ruta a través de este camino opcional que desde la Vía de la Plata, a la altura de Carcaboso se desviaban a Plasencia, para el descanso y recuperación de sus heridas. Cuando sanaban de estas se dirigían hacia la ermita de Santiago, y desde aquí, comenzaban su camino hasta la fuente, y desde esta a Castilla.
Esta fuente se puede considerar como “Fuente de Peregrinos” pues lleva las “veneras” o conchas de Santiago características de las rutas jacobeas.
IGLESIA DE SANTIAGOConociéndose esta iglesia como antigua parroquia de Santiago, situada a extramuros y en el camino de ronda de la ciudad que enlaza con la calzada de la Mesta, o camino de Castilla, que atraviesa Traslasierra, hacia el norte, por el puerto donde se halla ubicado el Santuario del Puerto, sea podido comprobar que esta iglesia fue construida exprofeso para uso del peregrinaje jacobeo.
Los clásicos signos del peregrino invaden toda ornamentación y en sus piedras encontramos labradas, conchas, calabazas, bordones y otros detalles significativos, de tal forma que esta sola iglesia nos bastaría para asegurar la importancia en estas peregrinaciones a Compostela.
Fray Alonso, en su obra, ”HISTORIA Y ANALES DE LA CIUDAD Y OBISPADO DE PLASENCIA”, editada en 1626, cita entre las parroquias la de Santiago, extramuros, hoy conocida como Santuario del Cristo de las Batallas, por darse culto a él a esta venerable imagen que, según parece, estuvo antes en la Iglesia de Santa Elena. Ante esta imagen hacían su juramento los caballeros. En esta parroquia existía la cofradía de San Gil, que pudo tener su origen en la pequeña ermita que este santo que Benavides Checa sitúa junto a la carretera del valle.
La planta de la iglesia es rectangular, con un ábside de románico muy pronunciado cubierto con una bóveda de ladrillo. Es de tres naves, que fueron edificadas en el siglo XVI por el obispo D. Gutierre de Vargas y Carvajal, cuyo escudo se ve como elemento decorativo en los entre dos de los arcos que separan las naves, alternando con otros que tienen las cruces de la Ordenes Militares, especialmente de Santiago
ESCUDOS DE LA IGLESIA DEL CRISTO DE LAS BATALLAS
Estos escudos representan unas peculiares e interesantísima rareza, a no ser expertos en heráldica nos dejan confuso en cuando a su interpretación; si bien resultan inconfundibles los atributos de peregrinos en ellos labrados.
Los escudos del obispo D. Gutierre de Vargas y Carvajal no presenta ninguna dificultad, al ser de sobra conocido por la profusión con que se encuentra en toda la ciudad y aún en toda la diócesis, dadas la gran cantidad de obras que realizo este dinámico prelado llamado también el “obispo empresario” por las empresas que acometió durante su episcopado, entre las que se incluyen las de armador de naves para el comercio de las Indias. Se aprecia claramente en estos escudos las aguas de los Vargas en un lado y la banda de los Carvajales en el otro.
De los restantes escudo los más curiosos son unos que se encuentran grabados sobre dos bordones cruzados en forma de aspa; en su centro figuran las cinco conchas de peregrino, cada una también sobre bordones cruzados; a un lado del escudo están esculpidas unas calabazas, y al lado opuesto lo que parece ser una limosnera.
Otro de estos lleva en su centro la cruz de Alcántara o Calatrava, con la flor de lis en todos sus extremos y cuatro conchas de peregrinos en sus esquinas, estando la quinta concha fuera del escudo, en la parte superior del mismo; a un lado y a otro figuran también las calabazas colgadas de sendos bordones en forma de aspa.
Otro que presenta una gran singularidad, tiene también cuatro conchas en sus esquinas y otra en la superior, igual que en anterior, pero la cruz presenta el árbol de Santiago y los brazos de los extremos flordelisados, propios de las de Calatrava o Alcántara; también están esculpido sobre dos bordones cruzados de los que cuelgan unas calabazas y una limosnera.
Tiene junto a la portada un alto relieve de Santiago peregrino, enmarcado con las llamadas “bolas de Ávila”, de tiempos de los Reyes Católicos y debajo había un limosnero.
La imagen de Santiago peregrino tallada en madera, que era titular de la iglesia, la regalo D. Juan Torrejón Barba a la parroquia de Casas del Castañar, desconociéndose su paradero actual.
En la parte exterior de los sillarejos que forman el ábside, en el atrio ajardinado y detrás de la cruz de piedra instalada en el mismo, hay dos piedras labradas en las que se encuentran esculpidas dos curiosas cabezas humanas.
Todos estos detalles habían pasado desapercibidos, se ponen al descubierto para aquellos curiosos placentinos, ya que no habían sido citados anteriormente por otros historiadores, y nos demuestran claramente que esta iglesia estaba dedicada de exprofeso al culto jacobeo y que la incidencia del peregrinaje compostelano debió de ser de extraordinaria importancia.
IGLESIA DE SANTIAGO o CRISTO DE LAS BATALLAS.
La iglesia del Cristo de las Batallas se llamó en sus orígenes, ermita de Santiago Apóstol, como lo demuestra la figura que está esculpida en la fachada principal, en la parte derecha de la puerta de entrada. Esta figura perteneció a la antigua ermita, ya que la actual surgió de una reforma casi total que se realizó en el siglo XVI.
Por la década de 1.920 se volvió a restaurar este edificio, durante las obras se llevó el Cristo a la iglesia del Salvador. El párroco que estaba en esos momentos se llamaba D. Juan Torrejón Barba, y fue un personaje muy conocido en toda la ciudad. Era este D. Juan beneficiario contralto de la catedral.
Al realizar esta reforma se quitó la imagen titular de Santiago Matamoros, y se le regaló a la iglesia de Las Casas del Castañar, a la de Medellín le regaló un Ecce Homo, y una imagen de San Juan Bautista, de buena talla, se la regaló a un amigo suyo para que la donara a su pueblo en la provincia de Alicante.
En el interior de la nave se pueden ver labrados, los escudos del obispo Vargas y Carvajal, así como la Cruz de Santiago, conchas de peregrinos, bordones, calabazas, limosneras, etc..., todos ellos relacionados con la tradición jacobea.
En una restauración que se hizo en la ermita de la Cruz (hoy Santa Elena) se sacó la imagen del Cristo, y se llevó a la ermita de Santiago Apóstol mientras durasen las obras, pero al terminarse estas, la gente de Plasencia se opuso a que se volviera a llevar el Cristo a su antiguo aposento, quizás porque la ermita de Santiago estaba mas cerca de la ciudad, o quizás porque les gustaba más verlo allí, el caso es que la imagen se quedó en la ermita de Santiago.
Debido a esto se cambiaron los nombres de la ermita de la Cruz, que al no estar el Crucifijo en ella se la puso bajo la advocación de Santa Elena.
La ermita de Santiago pasó a llamarse desde entonces ermita del Santísimo Cristo de las Batallas, y así se sigue llamando en la actualidad.
Ante esta sagrada imagen juraban los caballeros y tropas placentinas, defender la religión y la patria, cuando iban a entrar en combate contra los moros.
Las tropas placentinas entraban en combate al grito de: "PLASENCIA, POR SANTA MARIA"
Sobre esta imagen del Cristo de las Batallas hay una leyenda que dice que fue esculpida por un ángel o por el mismo Jesucristo.
También fue costumbre durante muchos años, que las mocitas de Plasencia fuesen a rezar el Credo durante treinta y tres martes delante de esta Sagrada Imagen, y así se les cumplirían sus deseos de amor.
Esta iglesia guarda una serie de santos que son muy populares entre la población, entre ellos están: Santa Rita, San Antonio, La Virgen de Fátima, Santiago, etc…
HOSPITAL DE SANTA MARÍA o DE DOÑA ENGRACIA DE MONROY
Este hospital se fundó en el año 1.300 por el placentino Don Nuño Pérez de Monroy, el cual fue abad de Santander y fue el maestro cantero Diego Díaz.
El motivo de llamarse de doña Engracia de Monroy, es porque esta señora era prima de don Nuño y propietaria del solar donde se construyó el hospital. Esta mujer vio como morían sus dos hijos en un duelo en el Puente de Nieblas. El duelo era debido a unos amoríos que se traían los hermanos.
De la antigua construcción solo se conserva el arco ojival de entrada a la iglesia. En el año 1.500 se construye la capilla, y en 1.524-1.559 sufre el hospital grandes reformas. Siempre tuvo este hospital grandes mecenas que lo mantuvieron en activo hasta nuestros días.
Se puede decir que es uno de los hospitales que más tiempo ha estado en activo, pues le faltaban muy pocos años para hacer los 700 ininterrumpidos como hospital. Hoy está destinado a varias funciones sociales, como museo, conservatorio de música etc.
Su fachada principal (Plaza de la Catedral), es renacentista, sobre la portada se ve una imagen de la Virgen, sobre ella una cruz floronada de la Orden de Santiago cantonada con cuatro veneras (conchas),por lo cual se le considera un hospital de peregrinos, y a los lados de la hornacina de la Virgen sendos escudos del linaje de los Monroy. El escudo de esta estirpe está cuartelado en cruz, en el primero y cuarto se ve un castillo de oro, y en el segundo y tercero, ondas de veros.
Además de estos escudos se pueden ver muchos más por todas las paredes interiores y exteriores de este gran edificio.
De obispos vemos los de Vargas-Carvajal, Ponce de León, Lorenzo Igual y Soria, José Gonzalez Laso de San Pedro, Fray Enrique Enríquez Manrique, Pedro Gonzalez de Acevedo.
Escudos de nobles se pueden ver los de las familias Trejo, Vargas Monroy, Carvajal, Loaysa, Paniagua etc. Tambien se ven los escudos de Plasencia y de la provincia de Cáceres.
En el año 1.802 el obispo Laso compro unas casa que estaban en la calle del Trujillo las cuales eran del Marqués de la Puebla y que habian servido de cuartel al Regimiento Provincial, adosó dichas casas al hospital dandole mucha más capacidad. En la protada de entrada al hospital por la calle de Trujillo se ve el escudo de este obispo Laso y debajo se lee una inscripción que dice así:
“A los enfermos desvalidos el ilustrísimo señor obispo don José González laso Santos de San Pedro erigió este amparo. Año de 1.802”.
Fue posiblemente albergue de peregrinos, suposición que hacemos al observar las conchas y la cruz del primitivo escudo de su puerta principal.
La suposición que se hace, es por la referencia que hace la guía Everest titulada “EL CAMINO DE SANTIAGO”, cuyo autor D. Eusebio Goicochea Arrondo dice que “acogía desde el siglo XIII a los peregrinos por una noche”
La ermita de Nuestra SEÑORA DE LA SALUD, en los manuscritos de los Collazos, padre e hijo que fueron sacristanes de esta ermita de la Salud en el siglo XVIII y que tuvieron admirable curiosidad de llevar un diario de cuanto acontecía en la ciudad, dicen que en el cuarto de los faroles de la ermita, estaba autorizado para que pudieran comer y dormir los peregrinos. Lo que se desconoce, es que si se trataba de peregrinos que fueran de visita a dicha ermita, cuya devoción data de tiempos de Alfonso VIII, o si se refería a toda clase de peregrino.
TEORIA ARQUITECTONICA
Otra de las conexiones de esta zona con el Camino de Santiago, la tenemos en la influencia arquitectónica, que se plasma en algunos de nuestros monumentos y que evidencia la relación de los constructores con las restantes ciudades de la ruta. La prueba más palpable de esta relación se constata a través de las cúpulas gallonadas que surgen a lo largo de la Vía de la Plata y que van a enlazar con el Camino Francés.
En Plasencia aparece una de estas torres, la más meridional del camino, cubriendo la Sala Capitular de la Catedral Vieja o Capilla de San Pablo y que es conocida popularmente como la Torre del Melón. Le sigue hacia el norte la Torre del Gallo de Salamanca, más al norte la Torre del Gallo de la catedral de Zamora, y por último, la Colegiata de Toro. Aparece también en la Catedral de Évora, en lo que se supone camino jacobeo portugués. Siguiendo el camino francés encontramos la más septentrional en Santa María de Angulema, en Francia.
BASE SEMANTICA
Hay lugares cuya denominación lleva el nombre del apóstol, o de algún apelativo que, directa o indirectamente, tenga aunque no sea más que una remota relación con el camino de Santiago y sus peregrinajes.
Santiago del Campo, Santiago de Alcántara, Santiago de Carvajo, Santiago de Aravalle, figuran con cierta frecuencia en nuestra geografía, habría que indagar en los orígenes de estas denominaciones.
Aldeanueva del CAMINO, al denominar a esta aldea nueva, conlleva a pensar que hubo otra más antigua, como lo demuestran los vestigios romanos allí existentes, y el pueblo que aparece a mediados del siglo XV, se le añade el calificativo del Camino, son muchos los pueblos de España que a su denominación principal unen el determinante DEL CAMINO por ser puntos que jalonaban la ruta de Compostela, el calificativo así, sin determinar de que camino se trata, hace suponer que se refiera al “ CAMINO” por antonomasia que en aquella época conducía a la tumba del Apóstol.
La tradición dice que había una bifurcación de caminos, unos continuaban por la Vía de la Plata mientras otros viraban hacia el noroeste, por la Vía Dalmacia, en dirección hacia Ciudad Rodrigo, a unirse a las peregrinaciones de Portugal
POBRES PASAJEROS
Los caminos de Santiago eran una comunicación de la mayoría de los peregrinos, era una ruta internacional, donde la lengua latina debía de ser el vehículo de comunicación oral común entre los individuos de las distintas nacionalidades. De ahí la adopción del término latino “peregrinus” para designar a los viajeros. Pero en las vías subsidiarias, aún empleándose esta denominación latina, era frecuente el uso de otra denominación castellana, derivadas de la palabra “paisaje”; así vemos con frecuencia la denominación de “paisajero”, después pasajeros Para designar a estos peregrinos.
FUENTE DE LOS ALAMITOS
En el año 1754 hubo una gran sequía, y a consecuencia de ella la fuente dejó de manar, una vez terminada la sequía la fuente siguió sin agua, ante este hecho el obispo Don José González Laso (1.766 – 1.803), mandó repararla, así como el camino viejo del Puerto.
Como curiosidad diremos que el encargado de las obras fue D. Mariano Ceferino del Pozo, alias Boquique, el cual fue capitán de los ejércitos Carlistas, y terminó siendo “bandolero” y dando nombre a una cueva y a un tipo de cerámica.
La fuente está ubicada en el antiguo camino de Castilla, punto de salida de los peregrinos que realizaban la ruta jacobea, que desde los hospitales de las Llagas o de la Merced, y el de Dña. Engracia de Monroy, una vez recuperados de sus lesiones, continuaban dicha ruta a través de este camino opcional que desde la Vía de la Plata, a la altura de Carcaboso se desviaban a Plasencia, para el descanso y recuperación de sus heridas.
Cuando sanaban de estas, se dirigían hacia la ermita de Santiago, y desde allí a la fuente y continuaban por el camino de Castilla.
Ubicada en el antiguo camino de Castilla, punto de encuentro de salida de los peregrinos que continuaban la ruta jacobea, que desde el hospital de las Llagas también conocido por Hospital de la Merced y desde hospital de Dña. Engracia de Monroy, una vez recuperados de su lesiones, continuaban dicha ruta a través de este camino opcional que desde la Vía de la Plata, a la altura de Carcaboso se desviaban a Plasencia, para el descanso y recuperación de sus heridas. Cuando sanaban de estas se dirigían hacia la ermita de Santiago, y desde aquí, comenzaban su camino hasta la fuente, y desde esta a Castilla.
Esta fuente se puede considerar como “Fuente de Peregrinos” pues lleva las “veneras” o conchas de Santiago características de las rutas jacobeas.
ALTAR DE LAS RELIQUIAS
A mano izquierda, según se entra en la catedral por la puerta de las cadenas, nos encontramos con un altar de estilo churrigueresco, aunque menos ostentoso que el de La Asunción. Este Altar de las Reliquias se construyo entre los años 1.742 y 1.747 y fue el maestro Carlos Simón el encargado de su elaboración. Esta formado por tres cuerpos y coronamiento. En este coronamiento se ve el escudo del obispo Fray Plácido Bayle Padilla, el cual fue el que lo costeó. En el centro del retablo hay una apoteosis de San Agustín, el cual tiene en la mano una torre que es la representación de la ciudad de Dios, y a sus pies se ven las herejías representadas por una mujer con los pechos al aire.
El primer cuerpo se destina a expositor de diversas reliquias (de hay su nombre), de diversos santos y mártires. Entre ellas destacaremos las de “un pedacito de la Cruz de Cristo”, “dos espinas de su corona”, una de estas espinas la adquirió la catedral a los jesuitas cuando fueron expulsados de España, la otra con un dedo de San Roque fue regalo del obispo Fray Enrique Enríquez. Así mismo se guardan reliquias de San Fulgencio, de Santa Florentina, Santiago, San Hermenegildo, y otras muchas más.
Detrás de este retablo existe una puerta prácticamente desconocida, se la denomina “Puerta de San Agustín”. No se sabe que finalidad puede tener esta puerta, ya que tras ella solo esta una de las escaleras para subir al andito o balcón interior, pero para esta misma finalidad existe otra escalera en la sacristía de mejor elaboración que es la que se usa. Podría ser que esta portada y escalera de San Agustín se realizasen primero y luego se hiciese la escalera de la sacristía, con lo cual quedo la primera sin uso. Para aprovechar el hueco de la portada se realizaría el Altar y Retablo de las Reliquias, con lo cual quedó tapada para siempre la citada portada.
La portada es de estilo muy semejante a la portada de la sacristía, y se piensa que puede datar entre los años 1.513 y 1.522. Sobre su dintel campea una venera y dentro de ella se ve la figura de Santiago El Mayor, con abundante barba y cabello, cubriendo este con un sombrero de ala.
Por estar presidida esta portada por el Patrón de España, y no teniendo nada que ver el altar y retablo que posteriormente se colocaron delante de ella (1.747), tapando así su contemplación, no parece justo que se la denomine “Portada de San Agustín”, sino que debería de llamarse Portada o Puerta de Santiago El Mayor.
SEMBRANDO INQUIETUDES. A.C.P. PEDRO DE TREJO.
A mano izquierda, según se entra en la catedral por la puerta de las cadenas, nos encontramos con un altar de estilo churrigueresco, aunque menos ostentoso que el de La Asunción. Este Altar de las Reliquias se construyo entre los años 1.742 y 1.747 y fue el maestro Carlos Simón el encargado de su elaboración. Esta formado por tres cuerpos y coronamiento. En este coronamiento se ve el escudo del obispo Fray Plácido Bayle Padilla, el cual fue el que lo costeó. En el centro del retablo hay una apoteosis de San Agustín, el cual tiene en la mano una torre que es la representación de la ciudad de Dios, y a sus pies se ven las herejías representadas por una mujer con los pechos al aire.
El primer cuerpo se destina a expositor de diversas reliquias (de hay su nombre), de diversos santos y mártires. Entre ellas destacaremos las de “un pedacito de la Cruz de Cristo”, “dos espinas de su corona”, una de estas espinas la adquirió la catedral a los jesuitas cuando fueron expulsados de España, la otra con un dedo de San Roque fue regalo del obispo Fray Enrique Enríquez. Así mismo se guardan reliquias de San Fulgencio, de Santa Florentina, Santiago, San Hermenegildo, y otras muchas más.
Detrás de este retablo existe una puerta prácticamente desconocida, se la denomina “Puerta de San Agustín”. No se sabe que finalidad puede tener esta puerta, ya que tras ella solo esta una de las escaleras para subir al andito o balcón interior, pero para esta misma finalidad existe otra escalera en la sacristía de mejor elaboración que es la que se usa. Podría ser que esta portada y escalera de San Agustín se realizasen primero y luego se hiciese la escalera de la sacristía, con lo cual quedo la primera sin uso. Para aprovechar el hueco de la portada se realizaría el Altar y Retablo de las Reliquias, con lo cual quedó tapada para siempre la citada portada.
La portada es de estilo muy semejante a la portada de la sacristía, y se piensa que puede datar entre los años 1.513 y 1.522. Sobre su dintel campea una venera y dentro de ella se ve la figura de Santiago El Mayor, con abundante barba y cabello, cubriendo este con un sombrero de ala.
Por estar presidida esta portada por el Patrón de España, y no teniendo nada que ver el altar y retablo que posteriormente se colocaron delante de ella (1.747), tapando así su contemplación, no parece justo que se la denomine “Portada de San Agustín”, sino que debería de llamarse Portada o Puerta de Santiago El Mayor.
SEMBRANDO INQUIETUDES. A.C.P. PEDRO DE TREJO.
1 comentario:
Un saludo de un placentino.
Si quieren pueden contestarme: israploti@hotmail.com