Conventos y ermitas desaparecidos
jueves, 5 de junio de 2008
CONVENTOS Y ERMITAS DESAPARECIDOS
CONVENTO DE SAN MARCOS Y ERMITA DE FUENTIDUEÑAS
El primer convento de San Marcos de Monjas Bernardas Recoletas, pertenecientes a la Orden del Cister, se fundó en el año 1.233, su primer nombre fue Monasterio de San Leonardo, estaba situado junto al convento de San Francisco, con el cual tuvo pleitos porque los frailes no querían tener tan cerca un convento de monjas, ya que esto podría ser motivo de tentaciones.
Fue su promotor Don Diego González de Carvajal, al cual se le considera el patriarca de la rama placentina de los Carvajal. Este D. Diego era miembro del Cister y caballero del rey D. Fernando III el Santo. Tenía este rey tal confianza en Don Diego que cuando se fue a la conquista de Sevilla dejó sus hijos en Plasencia al cuidado de este convento.
Este Don Diego era el señor de Serradilla, la cual se la donó el rey Fernando III, además de otras muchas tierras. Serradilla en esa época, pertenecía eclesiásticamente a la parroquia del Salvador de Plasencia. Además de las donaciones que hizo el fundador del convento a las monjas Bernardas, se les donó por parte del rey Sancho IV, con la dehesa de Ferruz, la cual más tarde cambiaron las monjas por la dehesa de S. Pedro (hoy San Pedrillo). Don Nuño Pérez de Monrroy les dejó en su testamento 5.000 mrs. Doña Leonor Sánchez, les dio la dehesa de San Esteban. Esta dehesa y la del Guijo de las Monjas se las apropió Doña Leonor de Pimentel por una bula del Papa Sixto IV, para poder terminar el convento de Santo Domingo.
Don Diego murió en el año 1.253 y fue enterrado en las gradas del altar de este convento.
Este convento fue abandonado pocos años después de la muerte de D. Diego, y la comunidad de religiosas se trasladó a lo que hoy conocemos por “Fuentidueñas”.
El nuevo convento estaba situado al final de la Dehesa de los Caballos, al lado de lo que es hoy la Carretera Nal. 630. Era de estilo ojival, del primer periodo, y lo construyó el maestro cantero Pedro Enrique, en el año 1.300 aprovechando parte de la construcción allí existente.
Las Monjas Bernardas abandonaron este segundo convento en la primera mitad del siglo XV. El convento quedó a cargo de los frailes Cistercienses del Monasterio de Valparaiso. Aunque muy deteriorado, todavía se puede ver algo de lo que fue el segundo convento de San Marcos.
Es tradición en Plasencia que en el sitio que ocupa este edificio estuvo situado un templo votivo romano, el cual estaba consagrado a las ninfas de las aguas, pues en ese sitio existía una fuente de aguas medicinales, la cual fue aterrada hace varios siglos. Así mismo otra versión dice que estaba consagrado a Cibeles o a Berecintia, las cuales eran diosas romanas, y que se construyó en la época del emperador Constantino (crónicas de Juliano). Estas cronicas dicen así: De emeritis, numero 16.
“Apud Ambraciam urbem, quam fluvius placidissimus praeterfluit, non plusquam milliaribus, eremiterium Sanctae Mariae Fontis-Dominarum, quod ibi míniales nobilísimo genere natae ordinis Santi Benedicto dicuntur habitasse a Constantini tempore post datam ecclesiis pacem, sumptibus reginae Elenae sanctissimae aedificatum, ex templo Berencintiae matris deorum”.
Traducción:” Junto a la ciudad de Ambracia, a la que circuye un río placidísimo, a no mucha distancia, se halla la ermita de la Fuente de las Señoras, porque allí se cuenta que moraron unas religiosas de noble estirpe, de la orden de San Benito, en tiempos de Constantino, después de concedida la paz a las iglesias, edificada a expensas de la santísima reina Elena sobre el templo de Berecintia, madre de los dioses”.
Esta reina Elena era la madre de San Agustín, (la que según la tradición encontró el verdadero madero de la Cruz de Cristo), y no edificó la ermita pues ya estaba edificada mucho antes, lo que hizo fue expurgarla de los dioses paganos y dedicarla al culto cristiano. Esto se realizó por el año 324.
Hoy día se pueden ver los sillares de cantería de lo que fue este antiguo templo. Sobre ellos hay edificaciones posteriores sin ningún valor.
Este convento quedó reducido a una simple ermita llamada de Fuentidueñas, la cual debido a su situación fue refugio de maleantes y vagabundos. Decía el Visitador de la Audiencia de Extremadura en el año 1.791: “Estoy mal con los Hermitaños cuias casas son de refugio. La Hermita de Fuentis Dueñas y casa unida a ella es mas perjudicial, estas no son las debociones que inspira la verdadera religión. Los contrabandistas, los ladrones, los amancebados se interesan mucho en que aya estas casas fuera de la población. En plasencia lo que se necesita es la Hermita de Nuestra Señora del Puerto, en que hai establecido un Cura y en que se exercita la debocion verdadera”
Cuando se dejó el culto en esta ermita, se trasladaron las imágenes y ornamentos a la ermita de San Lázaro. Entre las imágenes que se trasladaron había una con la advocación de Nuestra Señora de Fuentidueñas, la cual se puso en uno de los altares laterales de la ermita de San Lázaro. Desde hace varios años esta imagen está en la iglesia de San Nicolás.
En esta ermita estaba la imagen de Santa Escolástica, la cual tuvo mucha devoción en la ciudad, y se la sacaba en procesión desde su ermita a la ciudad en rogativas para pedir la lluvia. El pueblo de Malpartida solía venir también en rogativa hasta uno de los cerros cercanos a la ermita, una vez allí se rezaba el Rosario. Después retrocedían hasta el valle de San Esteban donde celebraban la comida. Por la tarde regresaban todos al pueblo escoltando al sacerdote y autoridades.
En la catedral de Plasencia estaba la cofradía de Santa Escolastica.
En el año 1.811 los franceses destruyeron esta ermita de Fuentidueñas.
En el año 1.967 el profesor José María Blázquez, realizo unas prospecciones arqueológicas en este asentamiento, denominado por él como “aedicula de Plasencia”. Se confirmando que fue un templo romano, datando su construcción en el siglo I.
Del estado de conservación dice que es excelente salvo la falta de tejado, que sería a dos aguas. El edificio está asentado sobre un podium y sin pronaos. La puerta de acceso se halla situada al norte y tendría seguramente escalones. En la pared W., hay una segunda puerta, con arco, que está datada en el siglo XV.
Las dimensiones son: Exterior 8,70metros de ancho, 9,80 de longitud, y 4,95 de altura.
En el interior: 7,90 x 8,66 x 0,40 de ancho de muros.
Este edificio romano, lo cita Ceán Bermudez, y tambienViu, ambos refiriéndose a la ermita de Fuentes Dueñas, porque en efecto se adiciono un cuerpo al edificio para convertirlo en ermita en la Edad Media. Citan los dos una lápida que había en las gradas del altar con la inscripción,…Sarco (…..s. Pater) C……,que piensan que perteneció a un sarcófago, y que ya no existe.
No tenemos noticias, que se hayan encontrados restos de población, puede que no la hubiere y fuese un santuario aislado como otros. Siendo aventurado inquirir, por qué se fundó en aquel sitio y a que deidad fue dedicado. Solamente unas excavaciones podrían dar luz en este problema.
SEMBRANDO INQUIETUDES. A. C. P. PEDRO DE TREJO.
El primer convento de San Marcos de Monjas Bernardas Recoletas, pertenecientes a la Orden del Cister, se fundó en el año 1.233, su primer nombre fue Monasterio de San Leonardo, estaba situado junto al convento de San Francisco, con el cual tuvo pleitos porque los frailes no querían tener tan cerca un convento de monjas, ya que esto podría ser motivo de tentaciones.
Fue su promotor Don Diego González de Carvajal, al cual se le considera el patriarca de la rama placentina de los Carvajal. Este D. Diego era miembro del Cister y caballero del rey D. Fernando III el Santo. Tenía este rey tal confianza en Don Diego que cuando se fue a la conquista de Sevilla dejó sus hijos en Plasencia al cuidado de este convento.
Este Don Diego era el señor de Serradilla, la cual se la donó el rey Fernando III, además de otras muchas tierras. Serradilla en esa época, pertenecía eclesiásticamente a la parroquia del Salvador de Plasencia. Además de las donaciones que hizo el fundador del convento a las monjas Bernardas, se les donó por parte del rey Sancho IV, con la dehesa de Ferruz, la cual más tarde cambiaron las monjas por la dehesa de S. Pedro (hoy San Pedrillo). Don Nuño Pérez de Monrroy les dejó en su testamento 5.000 mrs. Doña Leonor Sánchez, les dio la dehesa de San Esteban. Esta dehesa y la del Guijo de las Monjas se las apropió Doña Leonor de Pimentel por una bula del Papa Sixto IV, para poder terminar el convento de Santo Domingo.
Don Diego murió en el año 1.253 y fue enterrado en las gradas del altar de este convento.
Este convento fue abandonado pocos años después de la muerte de D. Diego, y la comunidad de religiosas se trasladó a lo que hoy conocemos por “Fuentidueñas”.
El nuevo convento estaba situado al final de la Dehesa de los Caballos, al lado de lo que es hoy la Carretera Nal. 630. Era de estilo ojival, del primer periodo, y lo construyó el maestro cantero Pedro Enrique, en el año 1.300 aprovechando parte de la construcción allí existente.
Las Monjas Bernardas abandonaron este segundo convento en la primera mitad del siglo XV. El convento quedó a cargo de los frailes Cistercienses del Monasterio de Valparaiso. Aunque muy deteriorado, todavía se puede ver algo de lo que fue el segundo convento de San Marcos.
Es tradición en Plasencia que en el sitio que ocupa este edificio estuvo situado un templo votivo romano, el cual estaba consagrado a las ninfas de las aguas, pues en ese sitio existía una fuente de aguas medicinales, la cual fue aterrada hace varios siglos. Así mismo otra versión dice que estaba consagrado a Cibeles o a Berecintia, las cuales eran diosas romanas, y que se construyó en la época del emperador Constantino (crónicas de Juliano). Estas cronicas dicen así: De emeritis, numero 16.
“Apud Ambraciam urbem, quam fluvius placidissimus praeterfluit, non plusquam milliaribus, eremiterium Sanctae Mariae Fontis-Dominarum, quod ibi míniales nobilísimo genere natae ordinis Santi Benedicto dicuntur habitasse a Constantini tempore post datam ecclesiis pacem, sumptibus reginae Elenae sanctissimae aedificatum, ex templo Berencintiae matris deorum”.
Traducción:” Junto a la ciudad de Ambracia, a la que circuye un río placidísimo, a no mucha distancia, se halla la ermita de la Fuente de las Señoras, porque allí se cuenta que moraron unas religiosas de noble estirpe, de la orden de San Benito, en tiempos de Constantino, después de concedida la paz a las iglesias, edificada a expensas de la santísima reina Elena sobre el templo de Berecintia, madre de los dioses”.
Esta reina Elena era la madre de San Agustín, (la que según la tradición encontró el verdadero madero de la Cruz de Cristo), y no edificó la ermita pues ya estaba edificada mucho antes, lo que hizo fue expurgarla de los dioses paganos y dedicarla al culto cristiano. Esto se realizó por el año 324.
Hoy día se pueden ver los sillares de cantería de lo que fue este antiguo templo. Sobre ellos hay edificaciones posteriores sin ningún valor.
Este convento quedó reducido a una simple ermita llamada de Fuentidueñas, la cual debido a su situación fue refugio de maleantes y vagabundos. Decía el Visitador de la Audiencia de Extremadura en el año 1.791: “Estoy mal con los Hermitaños cuias casas son de refugio. La Hermita de Fuentis Dueñas y casa unida a ella es mas perjudicial, estas no son las debociones que inspira la verdadera religión. Los contrabandistas, los ladrones, los amancebados se interesan mucho en que aya estas casas fuera de la población. En plasencia lo que se necesita es la Hermita de Nuestra Señora del Puerto, en que hai establecido un Cura y en que se exercita la debocion verdadera”
Cuando se dejó el culto en esta ermita, se trasladaron las imágenes y ornamentos a la ermita de San Lázaro. Entre las imágenes que se trasladaron había una con la advocación de Nuestra Señora de Fuentidueñas, la cual se puso en uno de los altares laterales de la ermita de San Lázaro. Desde hace varios años esta imagen está en la iglesia de San Nicolás.
En esta ermita estaba la imagen de Santa Escolástica, la cual tuvo mucha devoción en la ciudad, y se la sacaba en procesión desde su ermita a la ciudad en rogativas para pedir la lluvia. El pueblo de Malpartida solía venir también en rogativa hasta uno de los cerros cercanos a la ermita, una vez allí se rezaba el Rosario. Después retrocedían hasta el valle de San Esteban donde celebraban la comida. Por la tarde regresaban todos al pueblo escoltando al sacerdote y autoridades.
En la catedral de Plasencia estaba la cofradía de Santa Escolastica.
En el año 1.811 los franceses destruyeron esta ermita de Fuentidueñas.
En el año 1.967 el profesor José María Blázquez, realizo unas prospecciones arqueológicas en este asentamiento, denominado por él como “aedicula de Plasencia”. Se confirmando que fue un templo romano, datando su construcción en el siglo I.
Del estado de conservación dice que es excelente salvo la falta de tejado, que sería a dos aguas. El edificio está asentado sobre un podium y sin pronaos. La puerta de acceso se halla situada al norte y tendría seguramente escalones. En la pared W., hay una segunda puerta, con arco, que está datada en el siglo XV.
Las dimensiones son: Exterior 8,70metros de ancho, 9,80 de longitud, y 4,95 de altura.
En el interior: 7,90 x 8,66 x 0,40 de ancho de muros.
Este edificio romano, lo cita Ceán Bermudez, y tambienViu, ambos refiriéndose a la ermita de Fuentes Dueñas, porque en efecto se adiciono un cuerpo al edificio para convertirlo en ermita en la Edad Media. Citan los dos una lápida que había en las gradas del altar con la inscripción,…Sarco (…..s. Pater) C……,que piensan que perteneció a un sarcófago, y que ya no existe.
No tenemos noticias, que se hayan encontrados restos de población, puede que no la hubiere y fuese un santuario aislado como otros. Siendo aventurado inquirir, por qué se fundó en aquel sitio y a que deidad fue dedicado. Solamente unas excavaciones podrían dar luz en este problema.
SEMBRANDO INQUIETUDES. A. C. P. PEDRO DE TREJO.
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